jueves, 9 de febrero de 2012

Capítulo 36.

Todas las miradas estaban puestas en nosotros, todas menos una, la de Niall. Zayn empezó a tirar de mi mano.
-Venga tenemos que irnos
-Chicas, ¿me cubrís esta noche?
-¿Toda la noche? -Preguntó Amira extrañada
-Sí -Contestó Zayn
-Está bien, pero nos debes una -Dijo Nuria con una amplia sonrisa en la cara
Las abracé y nos despedimos de todos. Corrimos hasta una calle por la que pasaban taxis continuamente y cogimos uno. Estaba bastante nerviosa, no podía dejar de morder mi labio inferior. Me apoyé en el hombro de Zayn mientras me cantaba al oído. Sonrisas, miradas, y besos, muchos besos.
Llegamos a la casa que Zayn tenía alquilada y entramos corriendo. Me llevó al salón, Zayn no había soltado mi mano en todo el viaje.
-Siéntate aquí un momento
Me obligó a sentarme en el sofá y empezó a abrir cajones buscando algo.
-Vale ya lo tengo -Dijo cogiendo un papel
-¿Ya tienes qué?
-Calla y espera
Salió del salón y apagó la luz.
-¿Por qué apagas?
No me respondía.
-¿Zayn?
Oí como bajaba rápidamente las escaleras y volvía a entrar al salón sin encender la luz. Entre la oscuridad pude distinguir que llevaba una gran caja en las manos, parecía pesada. Se sentó a mi lado y me besó la mejilla.
-¿Te acuerdas cuando dijimos que nos casaríamos y tendríamos un perro y una casa?
-Y que nos haríamos viejos juntos.. ¿Cómo olvidarlo?
-Está bien, abre la caja
Abrí la caja con cuidado y metí la mano. Noté como mis dedos empezaba a humedecerse. En ese momento Zayn que se había levantado sin que me diese cuenta encendió la luz. Pude ver como en la caja había un pequeño labrador blanco. Tenía una nota en el collar.
-Antes de decir nada, lee la nota
-Pero
-Calla y hazlo
Miré en la caja y vi como el pequeño cachorro de labrador intentaba salir. Lo cogí en brazos corriendo y cuando fui a darle las gracias a Zayn puso su dedo en mi boca y me señaló el fondo de la caja. Sonreí y cogí el mismo papel que minutos antes Zayn había encontrado. Lo cogí con cuidado. Mis ojos fueron directamente a un frase que había escrito Zayn con un rotulador. “¡Ya tenemos el perro y la casa!” Dejé el perro en el suelo y me tiré de golpe encima de Zayn. No pude evitar emitir algún que otro sonido raro fruto de la felicidad.
-¡Gracias, gracias, gracias! ¡Mil gracias!
No le dejé hablar. No paraba de darle besos y agradecerle lo que había hecho. Le apreté y estiré los mofletes en repetidas ocasiones mientras le besaba la cabeza una y otra vez. Cogió mis manos y me retiró de él.
-No tienes nada que agradecerme, ojala pudiera hacer más.
Aún no me lo podía creer. ¡Zayn había comprado la casa! ¡Y el perro! Estábamos tumbados en el sofá. Aún no teníamos claro que nombre le íbamos a poner. Ya eran las 12 de la noche y aún no nos habíamos dormido. Una idea pasó por mi mente. Subí las escaleras y me metí en nuestra habitación, nuestra habitación.. Que raro sonaba eso. Apagué todas las luces y me quité algo de ropa. Abrí la puerta y empecé a llamar a Zayn.
-Zayn, sube un momento, es urgente
En menos de dos segundos Zayn estaba en la habitación. La luz seguía apagada y justo cuando la iba a encender cogí su mano y la puse en mi cintura. Me acerqué a él y empecé a desabrochar cada botón de su camisa.
-Verás Andrea.. -Dijo entre beso y beso
-Sh..
Agarró mis manos y se separó de mí. Luego me hizo sentarme en la cama y se puso a mi lado.
-¿Qué pasa? ¿Qué estoy haciendo mal?
-Nada, es solo que no quiero que pienses que te he traído aquí para..
Me puse en el centro de la cama cruzando las piernas como un indio.
-Pero Zayn, yo no pienso eso. Todo lo que haya hecho, esté haciendo y vaya a hacer será porque yo lo quiero
-Ya pero no sé.. Para mí eso no es lo más importante, de verdad
Me dejé caer en la cama y él se puso a mi lado.
-Yo te había traído aquí con la idea de pasar la noche abrazados, solo eso
-Está bien entonces
Abrí la cama y me quedé en ropa interior. Él hizo lo mismo. Apoyó su cabeza en mi tripa de tal manera que nos estábamos mirando. Por la ventana entraba la luz de una amplia luna llena.
- Andrea
-¿Qué?
-Con esta luz te ves preciosa.
Zayn seguía dormido y yo me levanté con sigilo. Me puse su camisa y bajé al piso de abajo. Empecé a hacerle el desayuno y se lo subí en una bandeja. Aún no se había despertado y a mí me daba bastante pena hacerlo, pero mi torpeza se encargó por mí. Di un portazo que hizo que las paredes retumbaran y Zayn se sobresaltó.
-¡¿Qué pasa?!
-Lo siento, ha sido sin querer
-Me has preparado el desayuno... -Dijo con una amplia sonrisa en la cara mientras agarraba las sábanas
-Sí, pero no quería despertarte
-No seas tonta, ven aquí
Me senté a su lado y le puse la bandeja encima.
-¿No me lo vas a dar tú?
-¿En serio quieres que lo haga? -Le pregunté extrañada
-Sí, me hace sentir que soy.. Tu pequeño
Acaricié su pelo y le di el desayuno. Nos manchamos bastante, parecía que era la madre de Zayn. Cuando terminamos se levantó de la cama y empezó a vestirse.
-Vístete, quiero enseñarte algo
-Está bien
Zayn bajó al piso de abajo después de recoger la bandeja. Me metí en el baño para arreglarme un poco. Siempre había soñado con ponerme la camisa de mi novio después de pasar la noche juntos y por fin lo había conseguido. Perdí la noción del tiempo mientras me aseaba un poco.
-Andrea baja, es hora de que veas esto
-Sí...
Salí del baño y empecé a bajar las escaleras. Me había peinado y lavado pero por culpa de esa estúpida felicidad había olvidado cambiarme. Tan solo mi ropa interior y la camisa de Zayn cubrían mi cuerpo. Me dirigí al salón tal y como Zayn me había dicho y mi sorpresa y vergüenza fueron descomunales al ver a Niall sentado en el sofá mirándome de arriba a abajo.

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