domingo, 12 de febrero de 2012

Capítulo 39.

-Deberías darle las gracias, si estoy hablando contigo ahora mismo es por él
-Lo siento joder, no sé lo que digo
-Pues si no lo sabes no lo digas, puedes hacer daño
-Lo siento ¿vale?
Se acercó a mí y me rodeó con sus brazos. Yo intenté quitarme pero él me apretaba con mucha fuerza.
-Zayn suéltame joder
-Dime que me quieres
-Que me sueltes Zayn
Cada vez me apretaba con más fuerza. Yo le daba algún golpe en la espalada y el acariciaba mi pelo y me chistaba para que me callase.
-Si no me vas a decirme que me quieres no digas nada
-Zayn te quiero, lejos. Me estás haciendo daño
-¿Lejos? ¿Estás segura?
Dejó de abrazarme y me alejé de él. Empezó a acercarse a mí poco a poco. Nos salimos de la carretera. Estábamos en un tramo que entraba al bosque.
-Andrea, te quiero –Dijo agarrándome la mano
-¿Y a Rose también?
Nada más terminar la frase moví bruscamente el brazo para que dejase de agarrarme  y Zayn perdió el equilibrio cayendo rodando por la cuesta. Se quedó tendido en el suelo y yo bajé corriendo detrás de él.
-¡Zayn!
Llegué hasta donde estaba y empecé a darle golpes en la cara. Ni abría los ojos ni me contestaba. Las lágrimas empezaron a brotar por mis mejillas, empecé a gritar pidiendo ayuda pero era inútil, no había nadie. Saqué mi móvil, estaba apagado y de los nervios no podía encenderlo. Puse mis manos en la cara de Zayn y empecé a hablarle.
-Vamos Zayn háblame, te quiero, te quiero, te quiero
En ese momento me agarró con sus manos y me besó. Tardé en darme cuenta ya que estaba en estado de shock y cuando lo hice me retiré de él.
-Eres un…
Antes de acabar la frase Zayn me había plantado otro beso. Ni me resistí ni me aparté. En ese momento era todo lo que necesitaba.
Y ahí estábamos los dos tirados en el suelo. Zayn se incorporó y me limpió las lágrimas de la cara.
-No vuelvas a hacer esto Zayn, me has asustado
-¿En serio me quieres?
-¿Bromeas? ¿Es que aún tienes alguna duda?
Inclinó el cuerpo para besarme y yo me eché para atrás.
-¿Qué ocurre?
-Zayn, necesito que me digas la verdad sobre Rose, voy a confiar en ti, pero necesito la verdad
-Tuve una aventura con Rose y unos días antes de venir a Mallorca le dije que se había acabado. Luego apareciste tú y… Bueno, me enamoré de ti, es así de simple
Otra tímida lágrima rodando por mis mejillas, la yema de su dedo pulgar acariciando mi cara y un beso, un dulce y largo beso.
-Bueno, vámonos de aquí anda
-Es que hay un problema –Dijo mientras se levantaba y se apoyaba en un árbol
-¿Qué pasa?
-No puedo apoyar el pie
-Pues tendrás que quedarte aquí –Dije riéndome
-Ayúdame
-Em, no –Dije mientras le sonreía
-Me enfadaré, tienes que cuidarme, soy tu niño ¿lo recuerdas?
-Adiós Zayn
Empecé a subir y él se quedó apoyado en el árbol con cara de tonto.
-¿En serio vas a dejarme aquí?
-Sí, y ten cuidado, cuando anochece salen los animales
-Andrea, vuelve, por favor
-Tonto, ¿cómo te iba a dejar aquí? –Dije mientras bajaba para ayudarle
Apoyó su brazo en mis hombros y yo rodeé su cuerpo con mi brazo. Subimos poco a poco y por fin llegamos a la carretera otra vez.
-¿Hacia dónde vamos?
-¿A la casa? –Me preguntó mientras besaba mi cabeza
-Está bien
El camino se hizo más largo de lo habitual ya que Zayn andaba muy despacio. Saqué el móvil y lo encendí eran las 9 y según las chicas el toque de queda era a las 9.30
-Mierda se me va a pasar el toque de queda y  no podré entrar al hotel
-Y tendrás que quedarte en casa –Dijo con una sonrisa pícara en la cara
-Sí, y no me hace gracia, es la segunda noche ya. Si fueses más rápido habríamos llegado antes
-Si no me hubieses tirado
-No te habría besado, ni perdonado. Con lo cual has salido ganando
-Es verdad –Dijo riéndose
-Además no te he tirado, te has caído –Dije riéndome
-Eso es mentira –Exclamó mientras fruncía el ceño
Estábamos a punto de llegar a la casa cuando le hice a Zayn que parara.
-Zayn tenemos que hablar ¿no crees?
-¿Sobre qué?
-Zayn el viaje se acaba, yo tengo que irme a Madrid y tú tienes que volver a Inglaterra
-¿Y?
-¿Qué vamos a hacer?
-¿Crees en el amor a distancia?
-Pero Zayn es que hay muchos contras…
-Hagamos una cosa, disfrutemos del momento y ya pensaremos qué hacer
-Está bien, pero piensa que solo son dos días los que me quedan y no creo que vaya a poder pasarlos contigo
-Eso es malo…
-Sí
-Bueno lo dicho, que ya veremos que hacer
Me besó para que no pudiese decir nada más. Y volvió a poner su brazo sobre mis hombros. De repente paró en seco, se apartó de mí y mientras me sonreía dijo.
-Perdóname por esto
Salió corriendo y ahí me di cuenta de lo que había planeado. Había fingido no poder apoyar el pie para que yo llegase tarde. Corría como un loco mientras chillaba provocándome para que fuese detrás. Y así fue, empecé a correr detrás de él. Me sacaba bastante ventaja pero tuvo que pararse a abrir la puerta de la casa y eso me ayudó a recortar distancias. Empezamos a subir las escaleras y él se encerró en una habitación. Empecé a llamar a la puerta para que me abriera pero echó el pestillo. Me senté a esperarle.
-Algún día tendrás que salir de ahí, bandido
Llevaba un par de minutos sentada en el suelo cuando de repente la puerta empezó a abrirse

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