viernes, 30 de marzo de 2012

Capítulo 62.

¿Había pasado? ¿En serio? ¿De verdad? ¿Niall lo había hecho? ¿Me había tocado el culo? Sí que lo había hecho, y me dolía, no había sido un golpecito, había sido un manotazo. Me di la vuelta de golpe y Niall había echado a correr.
-¡Oh Nialler, voy a matarte! –Dije mientras corría detrás de él
-Primero tendrás que pillarme
Niall empezó a bajar por una cuesta corriendo, era bastante de noche y se veía más bien poco. No dejaba de correr y yo ya me estaba cansando, me quité la mochila sin pararme y se la tiré a la cabeza haciendo que perdiera el equilibrio.
-¡Ah!
Se quedó tumbado en el suelo y yo me subí encima.
-¿Ahora qué Nialler?
En ese momento dio un giro brusco y cambiamos las posiciones. Me agarró las muñecas con sus manos y empezó a aproximar su cara a la mía.
-Niall…
-Shh… Disfruta del momento
Más y más cerca, más y más nerviosa, más y más acelerada, más y más ganas, más y más nervios, más y más cosquillas en el estómago, más y más alegría comprimida en el pecho, más y más ¡¿QUÉ?! ¿Todo para un beso en la mejilla?
-Cuando quieras abres los ojos y nos vamos princesa –Dijo tendiéndome la mano
Me levanté corriendo sin cogerle la mano y me colgué la mochila.
-Te acompaño a casa
-Está bien
Por el camino no hablamos mucho, de vez en cuando Niall me miraba y se reía, supongo que por lo que había pasado.
-Bueno, pues ya hemos llegado ¿Te veo mañana?
-Hombre, si Louis te deja… -Le dije riendo
-Es verdad… Con la tontería nos ha dejado sin intimidad, yo que quería pasar tiempo contigo… Pero a partir de mañana nada –Dijo frunciendo el ceño
-¿Quieres quedarte a dormir a casa?
-Pero mañana tengo que recoger a Louis en el aeropuerto
-Te acompaño
-Está bien entonces
Abrí la puerta y nada más hacerlo Nuria ya me estaba chillando.
-¡Andrea! Ya era hora de que vinieras ¿no crees?
-¿Dónde dormiste ayer? –Dijo Amira mientras me abrazaba
-Conmigo –Dijo Niall asomando la cabeza detrás de mí
Las chicas se quedaron algo sorprendidas al ver a Niall.
-¿Y por qué no dormiste en casa?
-Jamie no me dejó venir –Le dije riendo
-¿QUE JAMIE QUÉ? –Dijo Patricia enfadada mientras iba hacia el salón
Era muy graciosa cuando se enfadaba. Fruncía el ceño, apretaba los puños y andaba rápido detrás de su presa.
-¡Jaaaaaaaaaaaaaaaaames!
-¿Qué?
-¿Cómo que le dijiste a Andrea que no podía venir a dormir?
Cogí a Niall de la mano y empecé a tirar de él y cuando pasamos por el salón Jamie nos apartó la mirada fruto de la vergüenza.
-Hola guapa -Dijo Niall mientras le hacía morritos a Jamie
-Vamos -Dije mientras tiraba del brazo de Niall
Subimos a la habitación y Niall empezó a vaciar sus bolsillos, la cartera, el móvil, un par de libras, unos caramelos...
-¿No te pesan los bolsillos?
-La verdad es que si, ¿Dónde está el baño?
-Tengo demasiado sueño como para decirte donde está el baño -Le dije bostezando
-Bueno, pues exploraré -Dijo riendo mientras salía de la habitación
-Vale, oye te cojo el móvil
Cogí el móvil de Niall y me dejé caer sobre la cama.
-Mierda, tiene contraseña
Empecé a probar cosas, tecleé Irlanda, Niam, Verde, Potato y más cosas de las cuales no me acuerdo.
-Vale, me quedan dos intentos...
Una idea pasó por mi mente, tecleé mi nombre y efectivamente el móvil se desbloqueó, no pude evitar esbozar una sonrisa. Abrí la carpeta de imágenes y después de recorrerme una a una las subcarpetas abrí una que se llamaba "princesa" y en ese momento Niall entró en la habitación y yo me incorporé en la cama.
-¿Qué haces?
-Ver fotos
-Ah... Espera un momento ¿Qué fotos?
-Princesa -Le dije riendo mientras abría la primera foto
-Eh, dame eso -Dijo mientras intentaba quitarme el móvil de las manos
-¿Qué escondes?
Me deshice de él y me tumbé en la cama, se quedó de pie mirando al suelo sonrojado. La primera foto me dejó atónita, era una foto mía, de esa mañana en el parque, también había algunas del London Eye... No me había dado cuenta de que Niall me había hecho todas esas fotos, pero la que más me extrañó fue una de esa mañana, del momento en el que me pareció ver a Niall mirándome.
-¿Y esta foto?
-¿Qué pasa?
-No sé, es una foto mía...
-Estabas preciosa, he estado horas mirando como dormías –Dijo mientras se sentaba a mi lado –Y no me importaría pasarme días, meses, o años mirándote
En ese momento entró Nuria a la habitación.
-Hola ¿Interrumpo algo? No ¿no?
Niall y yo sonreímos y antes de poder contestar a Nuria, esta ya se había sentado entre los dos tirando a Niall al suelo.
-¡Eh!
-¿Qué? –Dijo Nuria mirándole fijamente
-Nada nada
-Así me gusta, ah por cierto dice Pat que si te vas a quedar a dormir, que bajes y la digas qué quieres cenar
Niall se levantó corriendo y salió de la habitación, Nuria y yo empezamos a reírnos. De repente Niall volvió a la habitación y se apoyó en el marco de la puerta.
-Oye… Una cosita… ¿Dónde está la cocina? –Dijo preocupado
Nuria y yo no podíamos parar de reírnos, cuando Niall oía la palabra comida se olvidaba del mundo y de los que estábamos allí.
-Bueno, ya la encontraré yo –Dijo mientras iba hacia la izquierda
-¡Niall es por la derecha! –Gritó Nuria
-¡Vale!
Niall volvió a pasar por delante de la puerta y Nuria se empezó a reír.
-Nuria… -Dije indecisa
-¿Qué?
-La cocina está por la izquierda
-Ya lo sé –Dijo riéndose
En ese momento apareció Niall, se quedó en la puerta con la mitad de su cuerpo en la habitación y la otra mitad en el pasillo.
-No provoques a un irlandés hambriento –Mientras decía esto movía su dedo de delante hacia detrás y fruncía el ceño
Niall salió corriendo esta vez en la dirección correcta y yo dejé su móvil en la mesa.
-¿Qué tal el día?
-Muy cansado… Mañana viene Louis
-¿Sí? ¿Y Zayn?
-Supongo que aun falta para que nos veamos…
Me mataban las ganas de ver a Zayn, supongo que a pesar del tiempo que había pasado yo seguía queriéndole.
-¡Nuria! –Gritó Patricia desde abajo
-¡¿Qué?!
-¡Te toca poner la mesa!
-¿A mí por qué?
-¡Nuria!
-Está bien, ya bajo –Dijo levantándose de la cama –¿Bajas a cenar?
-Ahora voy
Sonrió y salió de la habitación, me desplomé en la cama y empecé a pensar. Zayn por aquí, Niall por allá. El parque de Mallorca, el London Eye, la casa de Zayn, la casa de Niall, los besos con Zayn, los intentos con Niall. Noté como mis dedos empezaban a humedecerse y me sobresalté.
-¡Hostias! Perro… Eres tú –Dije incorporándome en la cama –Me has dado un buen susto eh chico –Le empecé a acariciar, movía el rabo de un lado a otro, estaba contento -¿Qué hora es?
Cogí mi móvil, eran las 2 de la mañana y estaba muerta de hambre. Me levanté y bajé al piso de abajo, estaba todo apagado, fui a la cocina y me puse un vaso de leche, me senté en una silla y empecé a bebérmelo. No había encendido la luz y hacía un poco de frío.
-¡BUH!
Pegué un salto y me bajé de la silla tirándome la leche encima.
-Joder Patricia, que susto…
-Bueno, es lo que pretendía... –Dijo riendo
-Pues lo has conseguido
Las dos sonreímos y Patricia se sentó en una silla y me hizo un gesto para que yo también me sentara.
-Verás, tengo que hablar contigo
-¿Conmigo?
-Sí
-¿De qué?
-De Niall

domingo, 25 de marzo de 2012

Capítulo 61.

-Por ejemplo, que Niall ha ido a España a verte, a él le dejas y a mí no
No sabía que decirle a Louis, era verdad que estaba con Niall pero no en España sino en Londres.
-Bueno Louis… Es que eso no es del todo cierto
Niall no dejaba de gesticular preguntándome que qué pasaba.
-¿Cómo que no?
-A ver… Sí, estoy con Niall pero…
-¿Pero?
-Pero no en España
-¿Y qué estáis en Irlanda? –Dijo riéndose
-No, en Londres
En ese momento Niall echó la cabeza hacia atrás y abrió los ojos como platos.
-Andrea, no tiene gracia
-Louis, es en serio
-¿Por qué no me has llamado?
-Porque estabas con tu familia, no quería estropearlo
-¿Estropear el qué? ¿Hasta cuando vas a estar ahí?
-Es una historia larga…
-Bueno, mañana voy a Londres y me explicas, y no acepto un no por respuesta
Louis me colgó el teléfono como nunca lo había hecho, jamás me había dejado con la palabra en la boca, ni me había colgado sin hacerme una broma antes o sin decirme que me quería.
-¿Qué ha pasado?
-Le he contado que estábamos aquí y mañana va a venir
-¿Se ha enfadado?
Asentí con la cabeza bajando la mirada al suelo y me guardé el móvil en el bolsillo.
-Lo que no entiendo es cómo se habrá enterado…
-Bueno, creo que yo tengo la culpa
-¿Tú? ¿Por qué?
-Verás, cuando estuve en tu casa, me hice una foto con tu madre y la publiqué en twitter, supongo que Louis la vería y… Bueno, ya sabes el resto, lo siento –Dijo pasándose la mano por el pelo.
Vi en su cara algo de preocupación, supongo que se sentía mal por lo que había pasado, incluso me evitaba la mirada.
-Bueno, tranquilo, no pasa nada –Dije mientras le agarraba la cara
-Pero…
-Oye, ¿No me ibas a llevar a un sitio? Tú lo que quieres es escaquearte –Le dije golpeándole el brazo
-¡Es verdad! Y... ¡Llegamos tarde! –Dijo mirando su reloj
En ese momento agarró mi mano con fuerza y empezó a tirar de mi.
-¿Niall dónde vamos?
-Calla, tú solo corre
Tenía el corazón a mil por hora, mis piernas corrían solas, no me sentía capaz de hacerlas parar. El viento nos daba en la cara y era una sensación agradable. Sentía como su mano apretaba la mía cada vez con más fuerza y eso hacía que un cosquilleo subiera desde mis pies hasta mi estómago.
Salimos de la calle, cruzamos un parque, corrimos por un puente y tras un largo rato finalmente Niall se paró.
-¿Y ahora qué? –Dije mientras me inclinaba apoyando mis manos en mis rodillas
Miró el reloj otra vez y volvió a coger mi mano.
-Ahora cierra los ojos y sigue corriendo
Cerré los ojos, ya conocía la sensación que producía dejarse llevar cuando alguien corría tirando de tu mano, y esa, era una sensación que me encantaba.
Tras unos minutos corriendo Niall se paró sin dejarme abrir los ojos, oí como hablaba con un hombre.
-Andrea, espera no abras los ojos
-Que sí
-Ahora ven
Sentí como se ponía detrás de mí colocando sus manos en mi cintura y empujándome hacia delante para llevarme a algún sitio. Me ayudó a sentarme y se separó de mí.
-Perfecto, ya puedes abrir los ojos
Abrí los ojos y sentí la claridad que entraba por las ventanas de la cabina.
-Oh Niall esto… Es precioso
Me abalancé sobre él y le abracé con fuerza.
-Sabía que te iba a gustar el London Eye
-Que bien me conoces –Dije separándome de él
Estuvimos treinta minutos en la cápsula, Londres era precioso, el London Eye era precioso, Niall era precioso…
Salimos y paseamos un  buen rato sin rumbo, por lo menos yo no sabía a dónde íbamos.
-¿Te parece si vamos a comer algo? –Le pregunté
-No es necesario que vayamos a ningún sitio, he hecho bocadillos
-¿De qué?
-De jamón y más cosas que me dio tu madre, vamos quiero llevarte a un sitio que me encanta
-Pero esta vez sin carreritas, por favor
-Está bien
Estuvimos andando durante un buen rato, hasta que llegamos a un parque con un pequeño lago.
-Es bonito ¿verdad?
-Sí, es muy…
-Muy verde
-¡Exacto!
-Me recuerda a…
-A Irlanda
Giró la cabeza y sonrió dulcemente. A veces me planteaba la posibilidad de que Niall y yo fuéramos almas gemelas, teníamos demasiadas cosas en común, demasiado feeling. Por ejemplo, eso de terminar las frases del otro solo me pasaba con él. Era como si nuestros cerebros estuviesen conectados, como si fuésemos la misma persona.
-¡Andrea!
-¿Qué?
-¿Que de qué lo quieres? Que estás en las nubes
-Niall me da igual, dame el que no quieras
-No me digas eso que te quedas sin comer –Dijo riendo
-Trae aquí –Le dije mientras le golpeaba el brazo y le quitaba la mochila.
Estuvimos un rato allí sentados en el banco, bueno, más que un rato, unas horas, pero empezó a refrescar y a oscurecer y era hora de irnos.
-¿Tienes frío?
-La verdad es que sí, ¿Nos vamos a casa?
-Espera ponte esto
Niall se quitó su sudadera azul y me la tiró encima.
-Pero Niall te vas a congelar
-No pasa nada
-Te pondrás malo
-Y tú me cuidarás
-Niall….
-En serio, póntela
-Está bien
Cogí la sudadera y me la puse. Olía… No sé describir como olía, era colonia de hombre, fresca, dulce. Olía igual que cada centímetro del cuerpo de Niall, su cara, su cuello, sus manos.
-Andrea, se te ha caído la mochila
-¿Eh?
-La mochila –Me dijo señalando el suelo
-Ah
-¿Otra vez en las nubes? No creo que sea tan mala compañía como para que tengas que irte ahí arriba
-Tonto
Me agaché a por la mochila y Niall hizo algo que me dejó paralizada, indecisa, y algo confundida.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Capítulo 60.

¿Cómo decirle que no a esos ojos? ¿Cómo negarle algo a ese rubio? ¿Cómo no mirar esa sonrisa?
-Está bien –Suspiré
-Pues vamos
-Espera, voy a por mi móvil y ahora subo
-Está bien
Se levantó y fue hacia las escaleras, subió un par de escalones, se paró y me miró.
-No tardes, princesa –Dijo mientras me guiñaba un ojo y subía las escaleras
Moví la cabeza para despejarme y cogí el móvil de la cocina, subí las escaleras y fui hacia la habitación de Niall. Cuando llegué, él estaba en la cama tapado, me vio entrar y se incorporó, yo me quedé mirándole apoyada en la puerta.
-Venga, ni que fuera la primera vez
-Como sigas así será la última –Le dije riendo
-Venga tonta –Dijo dando golpes suaves en la cama en señal de que fuera hacia él
Apagué la luz y fui hacia la cama.
-Niall, yo el lado de la pared, ya lo sabes
-No, yo la pared
-Vale
Acto seguido me dejé caer encima de él.
-¡Está bien! ¡Vale! ¡Tú la pared!
-¿Ves? Hablando se entiende la gente –Le dije riendo
Me acomodé en el lado de la pared y los dos nos colocamos mirando hacia el techo, supongo que era un momento bonito, y a la vez algo incómodo.
-Pues, ahora que lo dices, es mejor que tú estés en el lado de la pared
Me giré para mirarle pero él se quedó mirando el techo.
-¿Por qué?
-Porque así me aseguro de que ningún príncipe con chaqueta universitaria, disfraz de zanahoria, de Buzz Lightyear o con rizos te secuestra
Al decir esto pude ver como en la oscuridad de la habitación se dibujaba un hilo de luz en la cara de Niall, una sonrisa.
-Quien sabe, a lo mejor tu princesa se escapa sola
-No importa que se escape, ni lo lejos que corra, ni lo bien que se esconda, siempre la encontraré
-¿Por qué estás tan seguro?
-Simple, porque mis latidos están ligados a los suyos
En ese momento se me acabaron las palabras, los recursos, las ideas. Se me partieron los esquemas y lo único que pude hacer fue darle un beso en la mejilla y darle las buenas noches. Acerqué mi cara a la pared todo lo que pude e intenté dormirme pero no podía, tenía mil cosas en la cabeza. Niall, Zayn, zanahorias, Buzz Lightyear’s ¡RIZOS! Un par de vueltas en la cama, las 6 de la mañana y por fin conseguí dormirme.
Poco a poco la luz iba iluminando mi cara, cosa que me molestaba mucho, demasiado, no pude evitar abrir los ojos. Veía algo borroso pero me pareció ver a Niall mirándome mientras sonreía y se apoyaba la cabeza en la mano. Me froté los ojos para ver con mejor claridad y cuando lo hice, Niall estaba tumbado con los ojos cerrados.
-Niall no te hagas el dormido, sé que estás despierto
No movió un solo músculo por lo que supuse que estaba dormido.
-Niall despierta, es tarde, ya es la una
Me levanté y me senté en el suelo a los pies de la cama. Intenté despertar a Niall varias veces pero no lo conseguí, por lo que me vi a obligada a golpearle la cara con sutileza.
-¡Estaba así cuando llegué! –Dijo mientras se levantaba de golpe
-¿Estaba así cuando llegué? –Le pregunté riendo
Me levanté del suelo, Niall estaba un poco atontado por ese despertar tan repentino.
-Me has despertado –Dijo serio mientras cruzaba los brazos
-¿En serio? Pensé que eras sonámbulo
-Eres como Louis, ¡No! Eres peor que Louis
-Nadie hace bromas mejor que Louis, y ahora sal de la cama y llévame a algún sitio –Dije mientras le tiraba del brazo
-Ya sé a donde te voy a llevar, lo tengo pensado desde que sabía que estabas aquí, con lo vaga que eres seguro que no has hecho turismo aun
-¿Y dónde me vas a llevar señorito sabelotodo? –Dije mirándole mal
-Es una sorpresa
-Debería pasar por casa a por ropa
-¿Qué más da?
-Pero…
-No seas tonta
-Está bien
Me fui al baño a vestirme y cuando volví Niall ya estaba preparado, había sido muy rápido, todo lo contrarío a Zayn, él habría tardado años luz. La verdad es que ellos eran muy diferentes, muy opuestos.
-Bueno, cuando quieras nos vamos –Dijo con una sonrisa en la cara mientras jugueteaba con las llaves en un dedo
Salimos de la casa, Niall llevaba unos pantalones caídos grises, una sudadera azul y unas zapatillas Nike azules. El azul era un color que le favorecía mucho, bastante. Le resaltaba los ojos, la sonrisa, el pelo… Todo.
Estuvimos andando durante un buen rato mientras hablábamos de tonterías como siempre que estábamos solos, pero mi móvil nos interrumpió.
-¿Sí?
-¡Andrea!
-¡Louis! ¿Qué tal?
-Enfadado
-¿Enfadado?
-Sí
-¿Con quién?
-Contigo
-¿Por qué?
-Tú lo sabes bien
Me quedé en blanco, Louis me estaba hablando en un tono muy serio, muy seco, en un tono muy poco común en él.
-No te hagas la loca, ¿No tienes nada que contarme?
-¿Como qué?



domingo, 18 de marzo de 2012

Capítulo 59.

Ya estábamos en casa de Niall, habíamos tenido que callejear un poco para evitar armar un escándalo. El camino se hizo corto ya que veníamos riéndonos del incidente con Jamie. Cuando entré al salón lo encontré dormido en calzoncillos, le conté que él siempre hacía eso para molestarme, al principio Niall estaba un poco desconcertado pero luego entendió  la intención de Jamie y después de vengarme de él, Niall me obligó a ir a su casa.
Se paró frente a la puerta y metió la llave en la cerradura, abrió y empujó un poco pero antes de que pasáramos se quedó mirándome mientras sonreía.
-Bueno, esta es mi casa, y la tuya
-¿La mía?
-Sí, puedes venir cuando quieras
-Entonces la mía también es tuya
Sonrió por última vez y empujó la puerta, se retiró a un lado y me tendió la mano mientras inclinaba la cabeza indicándome que entrara yo primero, le sonreí y entré, él se quedó cerrando la puerta y yo pasé al salón. Estaba lleno de fotos, fotos con Liam, con Louis, con Harry, y hasta con Zayn. Fotos con su familia, fotos con famosos, fotos con fans…
-Te gastas el presupuesto en marcos de fotos eh –Le dije riendo mientras él entraba al salón
-Bueno, en algo tenía que gastarlo –Dijo mientras me rodeaba con su brazo
Le miré a los ojos y sonreí. Giré la cabeza para echar un último vistazo y vi una foto algo oculta, como intentando pasar desapercibida. Me quité el brazo de Niall y cogí la foto. Pasé mi mano con delicadeza y no pude evitar extrañarme. Esa foto me traía mil recuerdos, mil sensaciones…. Era del día que nos perdimos en el bosque, antes del viaje en globo.
-¿Y esta foto?
-Pues del día… -Dijo quitándomela de las manos
-Ya sé de qué día es, lo que no sabía es que me la habías hecho –Dije quitándosela yo
-No pude resistirme… Estabas tan adorable llorando por mí… -Dijo mientras se acercaba a mí e intentaba quitármela
La puse detrás de mí para que no la cogiera y me eché hacia atrás.
-¿Por ti? Ya te gustaría
-Ah, ¿no?
Empezó a acercarse poco a poco a mí, obligándome a retroceder hasta hacer que mis piernas chocaran con un mueble. Cada vez se acercaba más, intenté ir hacia la derecha pero su brazo me lo impidió y antes de que fuese hacia la izquierda ya había apoyado el otro, me tenía literalmente acorralada. Sentía su respiración sobre mis párpados lo que me obligó a entrecerrarlos. Veía su boca cada vez más cerca, eché mi cabeza hacia atrás mientras cerraba fuertemente los ojos. Me temblaban las piernas y el corazón me latía a una velocidad sorprendente. Justo cuando pensaba que iba a besarme, se acercó a mi oído y me susurró.
-Echaba de menos esto
Abrí los ojos y me besó la frente, luego dejó la foto en su sitio, ni siquiera me había dado cuenta de que me la había quitado.
-Y ahora ven, quiero enseñarte mi habitación –Dijo mientras me cogía la mano
Empezamos a subir las escaleras, aun me temblaban las piernas, me había quedado algo conmocionada, la verdad estaba bastante impactada. No había sido capaz de pararle los pies a Niall y no sabía por qué ¿Estaba empezando a sentir cosas por él? Era obvio que algo había cambiado pero…
-¿Andrea?
Giré rápidamente la cabeza y abrí los ojos, ya estábamos en la habitación de Niall.
-Dime
-Madre mía, estás en la luna
-Lo siento –Dije riéndome
-¿Qué te parece la habitación?
Tenía una bandera de Irlanda enorme, todo en la habitación iba a conjunto con la bandera. Había un gran corcho con fotos, y recuerdos, me acerqué y pude ver el ticket de cuando fuimos a la bolera, me giré y le sonreí.
-Aun lo guardas
-¿Cómo no? Aunque bueno, seguro que tú lo has perdido
-¿Y tú qué sabes?
-Te conozco
Hice muecas burlescas y me di la vuelta, en el corcho tenía una foto suya con la bandera de España, la cogí y me giré.
-Esta me la quedo
-Está bien, bueno, ¿te parece si comemos algo?
-Por mí perfecto
Bajamos al piso de abajo y cogió su maleta. Empezó a sacar tarteras llenas de comida.
-A ver, hay cocido, lentejas, tortilla…
-Niall ¿De dónde has sacado toda esta comida?
-Tú madre me obligó a llevármela, ¡que manera de cocinar! Me invitó a comer allí una vez al mes… ¿No ha pensado en montar un restaurante?
-Si, sólo me faltaba eso –Dije riendo
Después de comer vimos un par de películas y cuando quisimos darnos cuenta ya era de noche.
-¿Te quieres quedar a dormir?
En ese momento mi móvil empezó a sonar.
-Un momento –Dije mientras lo sacaba del bolsillo
-Tranquila –Dijo sonriendo
-¿Sí?
-¡Andrea te voy a matar!
-Hombre, ¿qué tal estás JAMES? –Dije remarcando su nombre
-¿Que qué tal? ¿Que qué tal? Con los labios pintados de rojo, los párpados de rosa, rímel, colorete y otras cosas que desconozco ¡Y no me llames James!
-Anda, ¿Y eso?
-Ah, no sé, dímelo tú
-Te lo merecías, has asustado al pobre Niall
-¿Qué Niall?
-Niall, Niall Horan
-Ah, ¿que encima él estaba aquí?
-Sí
-Pues yo si fuera tú, no vendría esta noche a dormir a casa
Dicho esto me colgó. Le llamé y me colgó, le volví a llamar y esta vez apagó el móvil.
-¿Qué te ha dicho?
-Que no vaya a dormir a casa –Le dije riendo
-Perfecto, entonces te quedas aquí ¿no?
-Está bien
Me dio una camiseta con la bandera de Irlanda y unos pantalones verdes bastante anchos. La camiseta me quedaba un poco grande y no paraba de reírse. Estuvimos comiendo palomitas hasta tarde y luego nos fuimos a la cama.
-¿Podemos dormir como en tu casa?
-¿Juntos?
-Sí
-Bueno…
-Te juro que solo como amigos… Nada más

miércoles, 14 de marzo de 2012

Capítulo 58.

-¿Cómo que te ha pillado?
-Resulta que tenían días libre para estar con la familia, y se ha presentado en Madrid para verme y bueno, sabe que estoy aquí
-¿Y qué va a hacer?
-Venir a verme
-Ah…
Los dos nos quedamos en silencio, yo estaba tranquila y contenta, tenía ganas de ver a Niall.
-¿No te parece que este lugar es increíble? -Dijo sonriendo
-¿Por qué?
-Mira el cielo, está lleno de estrellas
Efectivamente el cielo tenía una luz especial. Había muchas estrellas, muchísimas, nunca había visto tantas.
-Tienes razón, es realmente increíble
-Este sitio es… No sé como explicarlo, es mi lugar favorito. Cuando era pequeño y mis padres discutían subía aquí y sentía que los problemas desaparecían, que la carga que llevaba sobre mis hombros, subía al cielo, a las estrellas y no sé, es… Mi lugar
-Gracias
-¿Por qué?
-Por enseñarme tu lugar
-La verdad es que no se lo enseño a cualquiera, te considero una persona importante para mí
Sonreí y él hizo lo mismo. Estuvimos un rato más ahí, callados, contemplando las estrellas cuando una fresca ráfaga de aire sacudió nuestros cuerpos.
-Creo que será mejor que entremos
-Pues vamos James
-Deja de llamarme James
-Pero te llamas así
-No, me llamo Jamie
-Pero Jamie viene de James –Le dije riendo
-¿Quién te lo ha dicho?
-Pat me lo dijo, y también me dijo que te molestaba que te llamase así
-Ah, o sea que lo haces porque sabes que me molesta
-Entre otras cosas
Yo me reí y él fingió enfadarse. Bajó primero y luego me tendió la mano para ayudarme. Bajamos al salón y la cena ya estaba puesta. Durante la cena estuve un poco absorta en mi mundo, no sabía por qué pero ellos no paraban de reírse y cuando les preguntaba decían que no era por nada. Subimos a la habitación de Jamie a ver una película.
-Chicos me voy a acostar que mañana tengo que madrugar para recoger a Niall en el aeropuerto
-Está bien –Dijeron riendo
-Buenas noches
-Adiós
Pasé por delante del baño y retrocedí al verme algo raro en la cara, encendí la luz y cuando vi mi reflejo comprendí por qué se habían estado riendo. Me habían pintado la cara con ceras. Fui corriendo a la habitación de Jamie y muy inteligentes, echaron el pestillo para que no pudiese entrar.
-¡Abrirme!
-Fue idea de Nuria –Dijo Amira
-Si claro, ahora la culpa la tengo yo
-Sois lo peor de verdad
Los cuatro se reían y cuando me cansé de aporrear la puerta me fui al baño a limpiarme.
-No podréis estar ahí siempre
-O sí
Después de quitarme con trabajo la pintura de la cara me metí en la cama. La noche pasó rápido ya que no tardé en quedarme dormida. Eran las 8 de la mañana y había quedado a las 8:30 para recoger a Niall, llegaba tarde.
-¡Mierda me he dormido!
Salté de la cama y me vestí todo lo rápido que pude. Me puse un pantalón de chándal y una sudadera, no tenía tiempo para elegir un modelito más sofisticado. Salí corriendo de la casa, el aeropuerto estaba a unos 15 minutos. Miré el reloj, eran las 8:25 y aún me quedaba medio camino. Fui todo lo rápido que pude y cuando ya estaba llegando vi a Niall de espaldas en la puerta. Seguí corriendo hasta llegar a dónde él estaba y le abracé por detrás.
-Hola mi pequeño leprechaun
Se dio la vuelta y pude contemplar como una amplia y preciosa sonrisa se dibujaba en su cara.
-¡Pequeña!
Nos dimos un largo abrazo, incluso no pudimos reprimir alguna lágrima de felicidad que se deslizaba por nuestras mejillas. Un hombre interrumpió nuestro abrazo golpeándole en el brazo.
-Aquí tengo el perro
-¡Perro!
Niall había traído a Perro, me agaché y le acaricié mientras Niall hablaba con el hombre. Estuve un buen rato aislada mientras Niall hablaba con el señor.
-Bueno preciosa cuando quieras nos vamos, tú sin prisa
-¡Gracias Niall!
-¿Gracias por qué?
-Por venir, por traerme a Perro, por querer dedicarme el tiempo que tenías para tu familia, no sé como agradecértelo
-Bueno, algún día me recompensarás
Le abracé fuerte mientras sujetaba a Perro. Estaba enorme no, lo siguiente, había crecido muchísimo desde la última vez que Niall lo vio.
-Vamos, quiero enseñarte mi casa –Dije tirando de su mano
No le di tiempo para responder, tiré de su mano y él empezó a andar a paso ligero, supongo que para evitar que una masa de fans se nos abalanzase. Paramos enfrente de la casa.
-Bueno, este es mi pequeño nidito
-Vivimos bastante cerca –Dijo entrando
-¿Nuria? ¿Amira? ¿Pat?
Ninguna de las tres contestó por lo que supuse que no había nadie en casa. Seguramente las había despertado y se habrían ido a dar una vuelta.
-Pasa al salón –Dije mientras le indicaba donde estaba y cerraba la puerta
-Eh… Andrea –Dijo en un tono bastante serio
-¿Qué?
-¿Por qué hay un tío en calzoncillos en tu salón?

domingo, 11 de marzo de 2012

Capítulo 57.

Cogí el teléfono y sin dudarlo ni un instante marqué el número de Niall. Uno, dos, tres, cuatro…Diez toques. Al ver que Niall no respondía colgué, y unos segundos después mi móvil empezó a sonar.
-¿Sí?
-¡ANDREA!
-Niall no grites, no es necesario, te oigo perfectamente –Dije cambiándome el móvil de oreja
-Perdona
-¿Qué querías?
-Hablar contigo
Le notaba la voz extraña, una mezcla entre enfado, picardía y serenidad, era raro.
-¿De qué?
-No sé, de qué tal estás, de qué haces, de cuándo pensabas decirme que estabas en Inglaterra –Esta última frase la dijo con más fuerza –Ya sabes, cosas sin importancia
-Eh, bueno
Tartamudeé indecisa, no sabía que decir, me había pillado.
-¡Andrea!
-Dime
-¿Qué haces ahí? Bueno, no me lo digas, tu madre me lo ha contado todo, que mujer más agradable, todo el rato dándome de comer
-Y tú tan feliz… -Susurré intentando que no me oyese
-¿Qué?
-Nada ¿Que desde cuándo estás en Madrid?
-Desde esta mañana, no te llamé antes porque estaba comiendo
-Ah…
-El caso, ¿Cuándo pensabas decírmelo?
-Cuando estuvieses aquí
-Pues en un par de horas me lo cuentas
-¿Cómo? Tú te quedas ahí y descansas
-No, yo voy
-Nialler, no me repliques
-Pero…
-Que no, mira te quedas hoy en mi casa y ya mañana nos vemos
-¿Estás segura?
-Claro, piensa que tienes que descansar
-Está bien…
-Recuerda, no le puedes decir a ninguno de los chicos que estoy aquí
-Pero tienen derecho a saberlo
-No lo hagas
-¿Y si lo hago? –Dijo con un tono picarón
-Si lo haces no serás el primero en verme –Le contesté riendo
-Mmmm… ¡Chantajista!
-Pues ala, ¡adiós irlandés, te quiero y gracias!
Colgué antes de que me contestara, y nada más hacerlo no pude evitar estornudar. Salí de la cama y llevé el plato a la cocina. La pastilla que me había dado James me quitó el dolor de cabeza. Subí a la habitación, las chicas aun no habían llegado a casa.
-¡Andrea!
-¿Qué?
-Ven
-¿Dónde estás?
-En el baño
-Voy
Cuando entré al baño James estaba en la bañera, tan solo la cortina cubría su cuerpo.
-¿Qué quieres?
-¿Me traes una toalla?
-Siempre igual, ¿No puedes acordarte y traerla tú?
-Sí, pero si me la traes tú, pues mejor, no tengo que moverme
-Pues ya no te la traigo
-Pues me paseo desnudo por la casa
-Pues no te atreverás
-¿Que no?
En ese momento fue a sacar un pie de la bañera, me di la vuelta lo más rápido que pude y salí del baño.
-Está bien ya te la llevo
Después de llevarle la toalla me fui al desván, era muy acogedor. El tiempo que llevaba en Londres lo había pasado ahí con James. Me tumbé en la cama, estaba realmente cansada y sin darme cuenta me quedé dormida.
-Andrea despierta...
Oía como las chicas me llamaban pero tenía demasiado sueño como para prestarlas atención.
-Andrea, soy Pat, será mejor que te levantes
Entreabrí los ojos y vi las caras de Patricia, Amira y Nuria encima de mi cabeza. Bostecé con delicadeza sin ánimo de despertarme.
-Quita esto se hace así
En ese momento Nuria las apartó, me agarró por los hombros y me empezó a zarandear.
-¡Despierta, despierta, despierta!
-Vale Nuria ya me despierto
-Nuria déjala –Dijo Amira entre risas
-No, que aún está dormida
En ese momento acababa de incorporarme y Nuria me dio con el cojín en la cabeza tirándome de la cama. Me levanté y me froté la cara.
-¡Nuria! ¿Nuria?
Cuando miré las chicas ya no estaban. Me levanté y de repente oí unos golpes en el techo, miré hacia arriba y vi a James. Abrí la ventana y James me tendió la mano. No hizo falta hablar, simplemente agarré su mano y subí. Ya era de noche y hacía algo de frío.
-¿Te puedes creer que no me había dado cuenta de que aquí había una ventana?
-¿En serio? Hemos estado cuatro días encerrados aquí ¿Cómo has podido no darte cuenta?
-Soy un desastre
-Bueno…
-Eh, vigila tu lengua no vayas a perderla
Los dos reímos, James y yo siempre estábamos de broma.
-¿Sabes? Niall me ha pillado, sabe que estoy aquí
En ese momento James giró bruscamente la cabeza hacia mí.

jueves, 8 de marzo de 2012

Capítulo 56.

Un rayo de luz entraba tímidamente por la ventana de nuestra habitación. Oía los gritos de Nuria y Patricia, las cuales discutían en el piso de abajo, cuando de repente noté como alguien se sentaba en la esquina de la cama.
-Andrea, vamos de compras ¿vienes?
Me froté los ojos una y otra vez para despejarme un poco.
-No, gracias Amira
-¿Y te vas a quedar sola con Jamie?
-Ni que fuese la primera vez –Le dije riendo
Estos cuatro días estuve casi todo el tiempo con Jamie. Era una de esas personas que siempre te escucha y te aconseja, que siempre te ayuda, que siempre te comprende. Es ese amigo que no falla, que te aguanta día si y día también. Es ese amigo que te conoce perfectamente, que lo sabe todo de ti, y que aun habiendo visto tus defectos, te quiere.
-Tienes razón –Dijo mientras me besaba la mejilla- Bueno, me voy ya que si no Nuria y Patricia destrozan la casa
-Pasarlo bien –Dije riendo
-Y vosotros
Sonrió por última vez antes de dejarme sola en la habitación. Estiré el brazo y cogí mi móvil de la mesita de noche. Después de desbloquearlo fui a la agenda y busqué a Zayn. Ya hacía muchos meses que había cambiado su nombre por un “Él”.
-¿Le llamo? –Dije en voz alta hablando conmigo misma –Hombre, después de decirme eso en la twitcam me debía muchas explicaciones ¿No? Pero si no me había llamado para dármelas sería por algo…
Apoyé mi barbilla en el móvil y después de que una apisonadora de preguntas me pasase por encima, tiré el móvil en la cama y salí de la habitación. Fui directamente a la habitación de Jamie. Entré gateando para darle un susto. Nunca había sido tan sigilosa. Cuando estaba a la altura de la almohada salté encima de la cama.
-¡Buuuuuuuuh! ¿Buh?
La cama estaba vacía, deshecha, pero vacía. Me levanté rápidamente como si no hubiese pasado nada y salí de la habitación. Me recorrí toda la casa buscándole y como no le encontraba preparé el desayuno para los dos. Estos días habíamos desayunado siempre juntos y siempre lo mismo. Dos tostadas para cada uno en las que nos dibujábamos el uno al otro con la mermelada y un vaso de zumo. Lo puse todo en una bandeja y subí al piso de arriba, lo dejé en mi habitación y cuando iba al baño oí un ruido que venía del desván, en ese momento se me pasó por la cabeza que Jamie podría estar ahí. Cogí la bandeja y subí las escaleras poco a poco.
-¡Servicio de habitaciones! –Dije mientras abría la puerta
Efectivamente, Jamie estaba ahí. El desván era muy amplio, tenía grandes cajas con recuerdos, una cama y una gran ventana que daba al tejado de la casa. Jamie estaba tumbado en la cama y al verme entrar se incorporó.
-Traigo el desayuno para Mr. Jamie
-Ya era hora, llevo esperando… -Dijo mientras miraba su muñeca como si tuviese un reloj e intentaba disimular una sonrisa
-Anda, cállate y come –Dije sentándome a su lado
Me sonrió y sin decir nada empezamos a intentar dibujarnos. Siempre que lo hacíamos nos quedábamos callados hasta terminar para luego enseñárnoslos. Tras unos minutos yo ya había terminado.
-Yo ya estoy
-A ver, enséñamelo
Le tendí las dos tostadas. En una de ellas había una amplia sonrisa, tan bonita como la que tenía Jamie, y en la otra los ojos, el pelo y la nariz.
-¿Se supone que esto soy yo?
-Oye, que eres exactamente igual –Dije yo quejándome
-¿En serio? ¿Pero tú has visto qué…?
-Eh, sin rechistar, encima que te hago el desayuno –Dije dejándole con la palabra en la boca
-Mira el mío
Cogí sus tostadas con cuidado. En una de ellas había la típica carita sonriente que escribimos con el ordenador, y en la otra…
-¡Jamie! ¡Esta vez te has pasado!
-Igualita me has salido –Dijo riéndose descontroladamente
-Pero Jamie… ¡Si me has puesto un solo ojo!
-Ah, ¿Qué tienes más?
En ese momento estampé mi tostada en su cara y él tardó poco en reaccionar tirándome el zumo por la cabeza.
-Oh no Jamie, ¡voy a matarte!
Salió corriendo y yo fui detrás de él. Por el camino le tiré mis zapatillas de andar por casa, una de ellas le dio en la cabeza y al ver como se quejaba no pude evitar reírme. Jamie salió al jardín y cuando yo llegué no le encontraba.
-Jamie, sé que estás aquí, esta casa no es tan grande como para que puedas esconderte durante mucho tiempo más
No oía ningún ruido. Los gnomos del jardín eran muy graciosos me recordaban a los leprechauns y por consiguiente, a Niall. Me separé de la piscina, ya que en cualquier momento Jamie podría tirarme al agua y mojarme, pero fue inútil, cuando me quise dar cuenta el chorro de agua de la manguera estaba impactando en mi estómago.
-Oh Jamie, ¡te arrepentirás de esto!
Cerró la llave del agua, tiró la manguera y empezó a correr hacia mí tirándome a la piscina con él.
-No solo me mojas sino que también me tiras al agua, muy bien, esto es la guerra –Dije mientras me acercaba a él y le ahogaba
Estábamos jugando dentro de la piscina con el pijama puesto. El agua de la piscina ayudó a limpiarnos la mermelada. Perdimos la noción del tiempo, pasamos de ahogarnos a jugar, a hacer largos de un lado para otro, a saltar, en definitiva, a ser nosotros mismos. Pasaron las horas, no había notado lo fría que estaba el agua y cuando quise darme cuenta, estaba estornudando como una posesa.
-Te constipaste –Exclamó Jamie
Cuando iba a contestarle volví a estornudar.
-Anda vamos a salir ya
Salimos de la piscina y fui directamente a ducharme. Cuando salí iba con la toalla puesta, cosa normal entra Jamie y yo, él se paseaba por la casa en calzoncillos y yo en toalla, así de simple. Jamie me había preparado el pijama y me había hecho una sopa caliente.
-Voy a ducharme mientras comes
-Está bien, muchas gracias
Me vestí y me metí en la cama mientras me tomaba la sopa. Cuando terminé cogí el móvil y vi que tenía más de 20 llamadas de Niall y un mensaje, "Llámame en cuanto leas esto”

martes, 6 de marzo de 2012

Capítulo 55.

-Que misterioso te has puesto Jamie –Dije riendo
-Gracias mujer –Exclamó
-De nada
Después de contarme varias cosas sobre él, era el momento de hablar de mí.
-¿Y tú tienes pareja?
-¿Pareja? –Pregunté extrañada mientras reía
-Sí
-No lo sé
-¿Cómo que no lo sabes?
-Bueno, tenía una, pero era una historia difícil
-¿Por qué?
-La distancia, vivíamos en países distintos
-¿Qué pasó?
-Tuvo que irse
-¿Y lo dejasteis formalmente?
-No, simplemente perdimos el contacto
-¿Y tú le sigues queriendo?
-Como el primer día… O más
Después de contarle a Jamie todo sobre mi historia con Zayn nos quedamos algo callados. Quizá había sido demasiada información en poco tiempo. Saqué mi móvil para ver la hora, aún tenía de fondo de pantalla una foto con Zayn, no pude evitar embobarme mirándola y a Jamie le picó la curiosidad.
-¿Es él? Déjame verle –Dijo mientras me arrebataba el móvil de las manos
-Sí…
-Me recuerda a alguien, no sé a quién…
-¿A Zayn Malik? –Le dije sonriendo
-No puede ser –Dijo mientras negaba con la cabeza
-Oh, gracias por la consideración –Dije quitándole el móvil de las manos
-Que tonta eres
Tras contarle que Zayn era el chico se quedó algo confuso y anduvimos durante un buen rato en silencio, un silencio flexible, sano. Jamie me había sorprendido como persona, no podía describirlo ni definirlo, simplemente no me esperaba que fuese de es manera. Habíamos congeniado mucho, estaba segura de que seríamos grandes amigos ya que nuestro carácter era muy semejante. Después de un corto rato llegamos a la casa.
-¡Se me olvidaba! –Dijo Jamie mientras se tocaba los bolsillos
-¿El qué?
-Toma, tus llaves
Las llaves llevaban un llavero de la bandera de España.
- ¡Oh, muchísimas gracias Jamie! –Dije mientras le abrazaba
-¿Por las llaves? –Me preguntó extrañado
-No, bueno, también, pero gracias por la bandera, es un gesto muy bonito –Dije separándome
-Bueno venga, abre -Dijo quitándole importancia al asunto
Metí la llave en la cerradura sin dificultad y nada más poner un pie en la casa Nuria me había tiró un calcetín a la cara.
-¡Nuria!
-¡Andrea! Ya era hora ¿no?
-Pareces mi madre
-¿Eso es malo?
Entré, la di un beso en la mejilla, y la dejé hablando sola. Amira y Patricia estaban en el salón viendo una película, besé sus frentes y subí las escaleras para ir a la habitación. Me tumbé en la cama y cerré los ojos.
-¿Se puede?
Miré la puerta y vi como Jamie golpeaba con sutiliza la madera.
-Claro, adelante –Dije incorporándome
-Esto es lo que tenía que darte
-¿Qué es?
-Una pulsera que se te cayó en el aeropuerto -Conetstó tendiéndomela
La cogí con cuidado. Era la pulsera que Niall me regaló en Mallorca cuando Zayn se peleó con Mario. La pulsera era de plata y tenía grabado “Pequeño  Nialler” Me la dio para asegurarse de que nunca me olvidaría de él. Cerré la mano y la apreté con fuerza.
-¡Muchísimas gracias! Pensé que la había perdido, puse patas arriba mi habitación para encontrarla
-Intenté decírtelo en el aeropuerto, de hecho lo hice, te grité, pero no te diste cuenta. Ibas en una nube, no escuchabas nada ni a nadie
-Tenía mucha prisa –Dije sonriendo 
Mi móvil empezó a sonar y Jamie me hizo un gesto para que lo cogiese, yo sonreí y lo descolgué.
-¿Sí?
-¡Hola Zanahoria!
El grito de Louis me perforó el oído, hasta Jamie se llevó las manos a las orejas.
-Hola Louis, gracias por dejarme sorda
Jamie me dio un suave golpe en la pierna y me hizo un gesto para indicarme que se iba.
-¿Qué tal estás?
-Bien ¿Y tú?
-Muy bien
-Por cierto, aún te la tengo guardada
-¿A mí? ¿Por qué?
-Por lo de la twitcam
-¿Cómo?
-Sí, no te hagas el loco
-Andrea, no sé de qué hablas
-Escribiste “no me olvido de ti, te quiero” y te desconectaste –Dije haciendo que estaba enfadada
-¿Yo?
-Sí
-Ah….
-¿Ah?
-Bueno…
-¿No fuiste tú?
-A ver…
-Louis, dime la verdad ¿fuiste tú?
-No
-¿Entonces?

domingo, 4 de marzo de 2012

Capítulo 54.

-¡Andrea!
-Niall ¿Qué tal?
-Bien ¿tú?
-Bien. ¿Cómo es que me vuelves a llamar?
-Porque no voy a poder hacerlo en bastante tiempo. Se han aplazado los conciertos y tendremos dos semanas libres con la familia
¿Dos semanas? ¿Tendría que esperar dos semanas más para verles? ¿Por qué? Esas fueron algunas de las preguntas que pasaron por mi mente en aquel momento.
-¿Andrea? ¿Me quieres hacer caso ya?
-Sí, lo siento
-No pasa nada
-¿Y ninguno de vosotros estará en Londres?
-No, y bueno, tengo que irme, solo quería decirte que te quiero mucho
-Adiós Niall, te quiero
-Espera, ¡una última cosa!
-Dime
-¿Estás en Madrid?
-¿Cómo?
-¿Te vas de vacaciones?
-No, no estoy de humor ¿Por qué?
-Por saberlo, bueno, adiós
Se desconectó rápidamente. A saber qué tenía que hacer que llevaba tanta prisa. Me dejó algo triste la idea de tener que esperar otras dos semanas para poder verles. Me metí en la cama y después de dar mil vueltas conseguí coger el sueño.
-Andrea ¡levántate!
Noté como algo me golpeaba en la cara pero el sueño podía conmigo y era incapaz de reaccionar.
-¡Andrea vamos!
Esas fueron las últimas palabras que oí, esbocé un “Ya voy” mientras me daba la vuelta y cuando quise darme cuenta estaba sola en la habitación. Puse un pie en el suelo y noté como el frío subía hasta mi columna vertebral haciendo que saltase de la cama.
-¡Ostia que frío! –Dije mientras me ponía las zapatillas de estar en casa
-¿Nuria? ¿Amira? ¿Pat? –Repetí sus nombres varias veces pero no obtuve respuesta
Entré al baño algo aturdida aún y recogí mi pelo en un moño, luego me lavé la cara y empecé a bajar las escaleras. Miré por la ventana del salón que daba a la calle, hacía un día espléndido, el sol lucía en lo más alto y te invitaba a salir y no volver a entrar en casa.
Entré en la cocina y abrí uno de los armarios en busca de cereales cuando de repente Jamie entró en la cocina.
-¡Jamie ponte algo de ropa! –Dije tapándome los ojos
-Pero si sólo son unos calzoncillos
-Efectivamente ¡Sólo son unos calzoncillos!
-Vale, ya me tapo, pero ni que fuesen los primeros que ves
Cuando me quité la mano de la cara se había puesto una camiseta del Manchester City y los pantalones a conjunto.
-O sea que eres del Manchester City ¿no?
-Sí –Dijo riéndose
-No está mal
-¿Tú de cuál eres?
-Del Real Madrid 
-No está mal…
-¿Perdona? Es el mejor equipo que existe
-Bueno, ¿Qué te parece si te invito a desayunar y lo discutimos?
-No te voy a dejar que me invites
-Pero las chicas se han ido a hacer la compra y hasta que no vuelvan no podrás desayunar
-Bueno, vamos, pero me lo pago yo
-Está bien
Salí de la cocina y subí corriendo las escaleras. Abrí el armario y encontré el modelito perfecto. En menos de dos minutos me había vestido y peinado. Una coleta alta que no me incordiase durante el día era lo mejor. Bajé al piso de abajo y Jamie aún no estaba listo.
-Ya estoy preparada –Chillé desde abajo
-Ya voy
Me senté en el sofá a esperarle y un par de minutos después oí como bajaba las escaleras, me levanté y fui hacia la puerta de la casa para irnos.
-Estoy en la puerta ya
Salió y se quedó mirándome algo extrañado.
-No podías haber elegido mejor la ropa ¿eh?
-La verdad, no
Efectivamente no podía haber elegido mejor. Me había puesto la camiseta del Real Madrid y él seguía llevando la del Manchester.
Jamie y yo empezamos a andar. No tenía ni la más mínima idea de a dónde me llevaba pero hablar con él me gustaba. Después de debatir un poco sobre fútbol entramos en una cafetería.
-¿Qué vas a querer?
-Un zumo
Me senté en una mesa mientras Jamie pedía. Tardó poco en llegar. Empezamos a hablar de esto y de aquello, de unas cosas y de otras. Teníamos personalidades bastante parecidas y eso facilitaba la comunicación. Pasaron las horas y sin darnos cuenta, estábamos comiendo. El tiempo se me había pasando volando, mi móvil empezó a sonar.
-¿Sí?
-¿Dónde estás niña!
-Nuria no hace falta que chilles, estoy bien, con Jamie
-¿Dónde estáis?
-En una cafetería, desayunando, bueno, comiendo, como os fuisteis sin mí…
-Cómo no había quien te sacase de la cama…
-Bueno, que ya vamos para allá
Cuando me escuchó decir estas palabras Jamie empezó a recoger la mesa ya que habíamos terminado de comer. Me levanté y fui tras él mientras escuchaba la bronca que Nuria me estaba echando por no estar en casa.
-Bueno Nuria, ahora nos vemos -Dije colgándola
-¿Nos vamos ya entonces? -Preguntó Jamie
-Sí, pago y nos vamos –Dije buscándome la cartera
-Tarde, ya he pagado yo
-Pero…
-Calla, ya me invitarás tú a mí otro día
-Está bien
-Ahora cuando lleguemos a casa, tengo que darte algo
-¿El qué es?
-No te anticipes